
Invito a todos aquellos que sienten un profundo respeto por los animales a que lean a Milan Kundera y su Insoportable levedad del ser, en especial el capítulo 7, "La sonrisa de Karenin".
"En el mismo comienzo del Génesis está escrito que Dios creó al  hombre para confiarle el dominio sobre los pájaros, los peces y los  animales. Claro que el Génesis fue escrito por un hombre y no por un  caballo. No hay seguridad alguna de que Dios haya confiado efectivamente  al hombre el dominio de otros seres. Más bien parece que el hombre  inventó a Dios para convertir en sagrado el dominio sobre la vaca y el  caballo, que había usurpado. Sí, el derecho a matar un ciervo o una vaca  es lo único en lo que la humanidad coincide fraternalmente, incluso en  medio de las guerras más sangrientas".
Milan Kundera, La insoportable levedad del ser







