viernes, 25 de febrero de 2011

LIBRE TE QUIERO

Asturias: dos pequeños santuarios a ambos lados de una típica carretera revirada.
Piensas: otro recordatorio (de los múltiples que pueblan nuestra geografía) de algún accidente mortal de tráfico.
Un nombre cincelado en mármol: Rocío...
La puta realidad: otro crimen machista, según nos cuentan en la pequeña aldea donde nos alojamos.



"Libre te quiero
...
pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera"

Agustín García Calvo

viernes, 4 de febrero de 2011

NO PERDONO A LA MUERTE ENAMORADA...

"Estás y luego de pronto no estás". Así definía José Saramago la muerte. Para los que no somos creyentes la muerte es la nada. Por eso nos cuesta tanto encajarla ("un manotazo duro, un golpe helado, / un hachazo invisible y homicida / un empujón brutal te ha derribado.")
¿Y dónde viven nuestros muertos? No en el cielo ni en el infierno, habitan en nuestra memoria y en nuestros recuerdos y, frecuentemente, se dan un paseo por nuestros sueños ("ando sobre rastrojos de difuntos")
(Entre paréntesis, fragmetos de la "Elegía a Ramón Sijé" de Miguel Hernández)